domingo, 26 de junio de 2011

CONSECUENTEMENTE LA MONOPOLIZACIÓN AGRAVA EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El fenómeno de la monopolización causa un gran problema frente a la libertad de expresión; es así que este articulo se acerca desde el enfoque de los derechos humanos a dos temas cruciales para la democracia comunicativa y para la sociedad en general relacionados con la problemática actual de la libertad de expresión en el ámbito de los medios de comunicación, tales como el problema de la concentración de las empresas de comunicación que buscan enriquecerse acostas de buenos escritores, y la necesidad de la pluralidad informativa en la sociedad actual, ya que una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre.

Con respecto a un pequeño contexto histórico en el marco de la post Segunda Guerra Mundial y la discusión de derechos humanos se debatieron también, como tema específico, el papel que podía desempeñar la comunicación como factor determinante de comprensión internacional y como instrumento de un mejor conocimiento recíproco entre los pueblos y naciones.

Hoy en día los contextos han cambiado, pero siguen pendientes, en un mundo donde la comunicación e información pueden ser una poderosa vía de integración social, ya que la comunicación ha sido siempre la base de las interrelaciones humanas; pero consecuentemente (por tener un papel importante en la sociedad) los grandes retos de los medios han sido ser vehículos de dominación, de un saber y una forma de pensar monolítica conforme a una única manera de entender la realidad, social y política. Cuando verdaderamente, por el contrario, los medios tendrían que ser agentes decisivos de concordia entre los pueblos, constituir la base de una mejor comprensión internacional y fomentar el mantenimiento de la paz a través de la democracia.
La libertad de expresión es ubicada con una doble dimensión por una parte es un derecho individual, mientras que por otra parte puede constituirse como un derecho colectivo. Además está constituido por diversos elementos:

Así, la Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 19 manifiesta que: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Mientras que en la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 13, apartado primero, se enuncia que: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección.

Se ha visto que gracias a intereses oligárquicos y de las diferentes empresas de comunicación, la libertad de expresión se ha perdido en cuanto a periodistas, escritores, redactores, etc.; como es el caso del periodista español José Couso que fue asesinado por fuerzas militares de EE.UU, por el simple hecho de callarle.






Es así, que me he interesado por compartir estos criterios acerca de la monopolización y el cómo afecta a nuestra libertad de expresión. Nos hemos podido dar cuenta que los grupos de poder son los que intentan difundir la información que les favorece según sus intereses políticos y económicos, y algunos de ellos llegan al límite de acabar con la vida de seres humanos. Y es que es el problema social de la ambición y las rivalidades que le hacen crecer a los grupos monopólicos.

Desarrollando toda esta información cabe destacar que son muy pocos las empresas de comunicación que defienden la libertad de expresiones tal es el caso de “Rebelión” periódico en la web, donde podemos encontrar diferentes análisis de los acontecimientos en el mundo.

A.L.


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